.

Existe un par de manías muy frecuentes en la actualidad, pero lamentablemente tampoco podrán ser explicadas, ya que es tema delicado, y es el de la ninfomanía y la promiscuidad. Uffffffffffffff…¿ahora me entiende?, que complicado es cuando el amor tiene alguna de esas alteraciones. Pero eso es totalmente solucionable, al menos, si a quien amo tiene promiscuidad, se dice Next! y listo.



Algunos amores, tienen la capacidad de comportarse como un coágulo. Viajan por nuestro torrente sanguíneo, avanzando por nuestras arterias, y cuando llegan al corazón, obstruyen una arteria coronaria, haciendo que la parte física del corazón que irrigaba esa arteria, no reciba oxígeno, por lo tanto, se produce un infarto. La consecuencia física del infarto, es una pequeña cicatriz en el corazón. Si, una cicatriz, como las que emocionalmente dejan en nuestro corazón, algunos amores que son más bien des-amores. Lo malo de estas cicatrices, es que hacen que nuestro corazón funcione mal, y así, no se entregue por completo a los otros amores, que si son amores de verdad.

Y siguiendo con esto de las enfermedades mentales, también está el caso de las Cleptómanas (cleptómana = persona que roba sin necesidad). Estos amores son bastante peligrosos, y no lo digo porque te dejen la billetera pelada ni mucho menos porque en cada visita a tu casa se encarguen de llevar una prenda distinta de tu closet. Lo peligroso está en el sentido emocional, ya que son experta en robarte –si, así bien cursimente- de robarte el corazón. Y como si fuera poco el botín, se llevan de llapa, todas tus ilusiones, sentimientos y esperanzas de aquel futuro, que claramente, aquella cleptómana ya no quiere junto a ti. Veredicto: eres una víctima más de una roba corazones.

Quisiera también hablar aquí, del tan famoso trastorno bipolar, pero lamentablemente, en ese tema, hay “ropa tendida”, y al hablar de ese trastorno, no solo ventilaría aspectos privados de la vida de “la ropa tendida”, si no que también (y con esto arriesgo demanda) de la persona que sufre por “la ropa tendida”.




Una lástima.


Pero entre tanta enfermedad, ¿por qué no dar un respiro y hablar de los tratamientos? Si para el resfriado común, en la vida real, te tomas un par de aspirinas y ya te sientes bien, pues en el mundo este de los amores, te vas a tomar un par de cervezas con unas amigas y ya todo quedó en el pasado.

[Esto nos es mio,pero lo encontre no-ta-ble,toda la razón del mundo]